El 20 de Noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos del Niño y es una ocasión perfecta para reivindicar que se legisle la CUSTODIA COMPARTIDA como modelo preferente en los divorcios. Actualmente si la mujer se opone, la probabilidad de conseguir una custodia compartida es prácticamente nula. Naciones Unidas, reconoce en su artículo 9 que «los Estados velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos (…) y respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo regular», y también en su artículo 18 que los «Estados pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño». La custodia compartida es un DERECHO del menor y un DEBER de los padres. Los juzgados de familia discriminan de una forma flagrante a los padres tras un divorcio, convirtiendo a los menores en monedas de cambio, en posesiones privativas de madres desalmadas y dementes. Tener padre y familia paterna tras un divorcio NO es un capricho de la madre, es un DERECHO del menor. No más huérfanos de padres vivos. No más hijos rehenes.